domingo, 22 de agosto de 2010

Inteligencia corporal y decisiones caducadas.

Comentábamos en nuestra última publicación -¿por cierto, cómo han ido las vacaciones?- que para la Programación Neuro-Lingüística (PNL) las enfermedades son sólo respuestas. De ahí que en Diente de León trabajemos especialmente sobre las actitudes con que "creamos" nuestras enfermedades. ¿Tiene razón entonces Louise Hay cuando afirma que las mismas surgen de ideas mentales, de pensamientos capaces de crear falsas experiencias acerca de la vida? Claro. Estamos hablando del mismo principio. Algo que hoy todas las neurociencias comprueban. Por eso os animamos a que le deis un vistazo al vídeo en el que esta campeona de la autoayuda nos habla desde su propia experiencia.

Y recordad: ¡el que prueba, sabe!

Os decimos esto porque en el campo de la salud y el crecimiento integral, sucede lo mismo que cuando tomamos una decisión. Al principio apostamos por algo que desconocemos, sin embargo, con esfuerzo, nos arriesgamos. Luego, sí comprobamos que hicimos lo correcto, sacamos más y más gratificaciones del paso dado. Pero suele ocurrir, que los factores que nos hicieron tomar nuestra decisión cambien. Entonces sucede que -por tendencia a vivir de esfuerzos y gratificaciones que controlamos- no caemos en la cuenta de que son necesarias nuevas decisiones, pues las que tomamos un día, resulta que han caducado.

Exacto. ¡Igual que los yogures: han caducado!

Pues bien, es precisamente aquí, cuando nos hemos tornado inflexibles y sólo insistimos -frente a cambios personales, afectivos, laborales- en seguir recurriendo a las decisiones caducadas, el momento en que suelen incubarse muchas de nuestras enfermedades. ¡Y claro! el cuerpo, tarde o temprano, hablará...

Pero bueno, por esta vez suficiente. Y como siempre os decimos, no dudéis en hacernos llegar vuestras consultas. Hasta pronto.